viernes, 9 de marzo de 2012


Tener celo por algo es vivirlo con pasión, defenderlo con todo interés y toda intensidad. Se tiene pasión y celo por las cosas que se aman, 
que interesan profundamente.
¿Cuáles son mis intereses? ¿Coinciden mis actitudes y proyectos con los de Jesús?
¿Siento pasión por la Buena Noticia, por la paz, por un mundo más solidario
y una sociedad más justa y más libre?
 ¿Por qué se apasiona Jesús? ¿Por qué me apasiono yo?

Jesús resucitado es el nuevo lugar de encuentro entre Dios y el ser humano.
El verdadero templo es Jesús y todas y cada una de las personas. 
Nuestra misión, acercarnos a ellas, compartir sus problemas, sus alegrías,
 sus proyectos, sus preocupaciones, estar atent@s a sus necesidades...
Pasar haciendo el bien. Como Jesús.
Las personas son templos vivos de Dios y su gloria que todas vivan libres y felices.

 




 

II Domingo de Cuaresma


Jesús nos invita al Tabor, a una experiencia gozosa de Dios,
a subir con él a la montaña, a contemplar la manifestación del Padre.
Subir a la montaña, símbolo de lo inmenso y majestuoso, supone elevación, retiro, anhelo de limpieza y belleza, silencio gratificante, oración,  paz, esfuerzo,
 tensión y superación en el ascenso, lucha contra la comodidad, mirada en el cima...
Siempre más.

 

Iniciamos los Retiros...


Limpieza General de la Escuela


Nos visita nuestra Madre

Hemos tenido el gran regalo de Dios de celebrar el 3 de Febrero la fiesta de nuestra Madre del cielo, hicimos una procesión por toda la casa, para que ella la bendiga, nos protega y nos ayude a hacer el bien...
María Virgen de Suyapa, visitó nuestra aula y nos bendigo todos los ambientes en los cuáles estamos.

domingo, 26 de febrero de 2012


El primer domingo de Cuaresma nos invita a encontrar en Jesús la manera de superar las tentaciones... es decir todo aquello que nos aleja de Dios, de su Reino, del estilo de ser y vivir de Jesús, que es amor, perdón y servicio para todos...
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Amiga, amigo, comienza la Cuaresma, tiempo de buenos propósitos y mejores intenciones, tiempo de penitencia y conversión, tiempo ideal para bajar esos kilos de más… Kilos que no se depositan en el abdomen, sino que van directamente al corazón, y que afean, y de qué forma, nuestra vida de cristianos, de amigos de Jesús…
Ha llegado el momento de ponerse en forma. Por delante, cuarenta días para lograr un corazón en línea… ¿Te animas? ¡Toma nota! El Dietista por excelencia, Jesús de Nazaret, te aconseja


Ayuna de insultos, palabras vulgares y golpes sobre la mesa o sobre el hermano, y date 

un atracón de palabras amables, abrazos apretados y gestos conciliadores.
  • Ayuna de egoísmos, paseos en torno al ombligo y espejitos mágicos, y llénate con las 
preocupaciones, las inquietudes y las necesidades de tus hermanos.
  • Ayuna de pesimismo, derrotismo fácil y caras largas, y llénate de confianza en Dios, de 
las pequeñas luchas de cada día y de sonrisas sinceras y esperanzadoras.
  • Ayuna de juicios a la ligera, críticas despectivas y reproches destructivos, y mastica 
palabras de ánimo, consejos positivos y llamadas de atención constructivas.
  • Ayuna de marcas famosas, últimos modelitos y modas pasajeras, y saborea tu propia personalidad, tu carácter más auténtico y tu moda más genuina (la que brota del corazón, la que no se ve pero se siente).
  • Ayuna de desidia, apatía e indiferencia, y devora compromiso, inconformismo ante las 
injusticias y ganas de cambiar el mundo, empezando por tu entorno más cercano.
  • Ayuna de pedir papeles, de cerrar puertas y de clasificar personas, y empáchate con los 
papeles del corazón, con puertas sin mirilla y con seres humanos que son todos ellos tus hermanos, tu familia.
  • Ayuna de series televisivas, actividades internautas y maquinitas individuales e 
intransferibles, y prueba libros de lectura, actividades solidarias y juegos compartidos.
  • Ayuna (y valga la redundancia) de un ayuno falso (bajo en calorías del corazón) de 
una limosna interesada (algo sacaré de todo esto) y de una oración obligada (toca, que lo vamos a hacer) y paladea un ayuno verdadero, una limosna solidaria y una oración comprometida.        

Finalmente ayuna de creerte que tú solito puedes llevar adelante esta dieta, e ingiere
el convencimiento y la fe de que, Jesús de Nazaret, está contigo, y si quieres y lo pides,
te ayudará a conseguir un corazón lleno de vida.